¿Por qué los niños deberían hacer Pilates?
Cuando pensamos en Pilates, es común imaginar a adultos buscando fortalecer su cuerpo o mejorar su postura. Sin embargo, el Pilates no es solo para grandes: también es una herramienta maravillosa para el desarrollo físico y emocional de los niños.
A través de ejercicios divertidos, guiados y seguros, los niños pueden mejorar su coordinación, concentración, equilibrio y bienestar general. Aquí te contamos por qué es tan beneficioso que los más pequeños practiquen Pilates.
1. Fortalece su cuerpo desde la base
En la etapa de crecimiento, es fundamental desarrollar una musculatura equilibrada. El Pilates fortalece el core (zona media del cuerpo), mejora la postura y alinea la columna, lo que ayuda a prevenir dolores de espalda causados por mochilas pesadas o malas posturas frente a pantallas.
2. Mejora la concentración y el enfoque
El Pilates no solo trabaja el cuerpo, también la mente. Al ser una práctica consciente, enseña a los niños a conectar con su respiración y a enfocarse en sus movimientos. Esto se traduce en mayor concentración en el colegio, más autocontrol y menos impulsividad.
3. Fomenta la autoestima y la confianza
Al lograr nuevos movimientos o mejorar en sus clases, los niños se sienten capaces, fuertes y seguros de sí mismos. Además, como no es una actividad competitiva, cada niño avanza a su ritmo, lo que refuerza la confianza sin presión.
4. Estimula la coordinación y el equilibrio
El Pilates mejora la coordinación motriz fina y gruesa, el equilibrio y la conciencia corporal. Esto es ideal no solo para su desarrollo diario, sino también como complemento para otros deportes como natación, fútbol, danza o gimnasia.
5. Ayuda a liberar estrés y emociones
Aunque no lo parezca, los niños también experimentan estrés: tareas, rutinas escolares, cambios emocionales. El Pilates los ayuda a liberar tensiones de manera positiva y a reconocer su respiración como una herramienta para calmarse y regular sus emociones.
6. Desarrolla buenos hábitos para toda la vida
Iniciar en Pilates desde pequeños les enseña a cuidar su cuerpo, moverse con conciencia y priorizar el bienestar. Son hábitos que, una vez aprendidos, los acompañan para siempre.
¿Desde qué edad pueden empezar?
Los niños pueden comenzar a practicar Pilates desde los 5 o 6 años, siempre con clases adaptadas a su edad, ritmo y necesidades. Las sesiones deben ser lúdicas, seguras y diseñadas especialmente para ellos.